Add parallel Print Page Options

25 Si una persona ofende a otra, el Señor puede actuar de árbitro; pero si alguien ofende a Dios, ¿quién mediará en su favor?

Pero ellos no hacían caso a su padre, porque Dios había decidido que murieran.

26 Mientras tanto, el joven Samuel seguía creciendo, apreciado por Dios y por la gente.

27 Un hombre de Dios se presentó a Elí diciendo:

— Esto dice el Señor: Yo me manifesté abiertamente a la familia de tu antepasado, cuando vivía en Egipto al servicio del faraón,

Read full chapter